Betaine HCl es un
acidulante gástrico natural , concebido con la betaína, un alcaloide que se encuentra especialmente en la remolacha. Está diseñado para
compensar la disminución de la acidez gástrica que afecta a las personas mayores de 50 años, mejorando así la digestión, la asimilación de los nutrientes y la prevención de las infecciones gastrointestinales. El complemento está estabilizado enzimáticamente (presencia de proteasas) para garantizar el mantenimiento de su actividad en el tiempo.
¿Para qué sirve el ácido clorhídrico en el estómago?
Los alimentos, tras su paso por el esófago, penetran en el estómago, que se carga inmediatamente de ácido clorhídrico. Es
un líquido muy ácido secretado por las células parietales (aproximadamente dos litros al día) cuando nos alimentamos. Es tan potente que destruye la gran mayoría de las bacterias que penetran en el tubo digestivo con los alimentos.
Pero su papel principal es favorecer la digestión de las proteínas al
activar la pepsina , una enzima digestiva secretada por otras células del estómago. Esta última sólo es eficaz cuando el estómago está muy ácido. ¿Cómo logra el estómago resistir el ácido clorhídrico? Algunas células del estómago están encargadas de fabricar una capa mucosa protectora que recubre sus paredes internas. Cuando esta producción de mucosidad es insuficiente, la mucosa gástrica se erosiona rápidamente, provocando la aparición de úlceras o de gastritis. Si no se hace nada, el ácido puede incluso perforar la pared del estómago y favorecer el paso de su contenido a la cavidad abdominal, provocando entonces una peritonitis.
¿Qué pasa, a la inversa, si el estómago no produce suficiente ácido clorhídrico?
Las pepsinas, las únicas formas enzimáticas que participan en la digestión de las proteínas alimenticias en el estómago, ya no se activan y
comienzan los trastornos digestivos .
Las cuatro funciones fundamentales del ácido clorhídrico:
- descomponer las proteínas en aminoácidos esenciales y en micronutrientes, gracias a la activación del pepsinógeno;
- estimular el páncreas y el intestino grueso para acentuar la producción de las enzimas digestivas y la bilis, dos elementos indispensables para la digestión de los glúcidos y de los ácidos grasos;
- favorecer la absorción del hierro, del zinc, del magnesio, del ácido fólico, de la vitamina C y de la vitamina A (1-2);
- prevenir las infecciones matando las bacterias y las levaduras patógenas presentes en los alimentos ingeridos (3). De esta manera, unos investigadores han demostrado que la bacteria patógena E. coli, una de las bacterias patógenas más mortíferas, está inactivada cuando el estómago está suficientemente ácido (4). Al contrario, unas investigaciones han mostrado que una acidez demasiado débil está relacionada con una invasión rápida de microorganismos en el colon, que provocan trastornos gastrointestinales diversos y molestos (5).
¿Cuáles son las causas de una falta de ácido clorhídrico (hipoclorhidria)?
La falta de ácido clorhídrico (hipoclorhidria) está mucho
más extendida de lo que se cree . Un nivel normal de acidez en el estómago corresponde a un pH de 1 a 2 (6). Sin embargo, con la edad, las células parietales del estómago producen menos ácido clorhídrico (7), y el pH aumenta... De hecho,
el 50 % de las personas mayores de 60 años padecen un bajo nivel de acidez en el estómago. A la edad de 85 años, esta proporción alcanza cerca de un 80 %. Además, hay otros factores que agravan la situación:
- una infección de Helicobacter pylori (8) (posiblemente una persona de cada dos está afectada, la mayoría del tiempo sin saberlo);
- la administración repetida de medicamentos antiácidos, generalmente utilizados contra el reflujo gastroesofágico (los inhibidores de la bomba de protones);
- algunos trastornos del sistema inmunitario como la anemia perniciosa, una enfermedad en el curso de la cual unos anticuerpos atacan a las células parietales responsables de la producción de ácido.
¿Cuáles son los efectos de esta carencia?
Los efectos de una acidez gástrica débil repercuten en el conjunto de las funciones del organismo.
- Una digestión poco eficaz, que provoca un debilitamiento general del organismo .
La disminución de la producción de ácido lleva a niveles bajos de pepsinas activadas . Esto genera grandes dificultades para digerir las proteínas y, de hecho, provoca carencias que perjudican a la salud en general. Por otra parte, las proteínas no digeridas acidifican la sangre, lo que le lleva a extraer minerales alcalinizantes en todo el organismo, incluidos los huesos. Un fenómeno que juega un papel clave en el desarrollo de la osteoporosis.
- Una proliferación bacteriana en el intestino .
La poca cantidad de ácido gástrico lleva a una proliferación bacteriana en el intestino delgado, y ésta a su vez provoca la aparición de numerosos trastornos digestivos (9). Nos referimos especialmente al SIBO (del inglés, Small Intestinal Bacterial Overgrowth - sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado). Las personas que lo padecen se quejan generalmente de hinchazón intestinal, de flatulencias, de eructos y de dolores abdominales. Además, las proteínas no digeridas son fuente de toxinas en el intestino, que pueden contribuir a la aparición de otros trastornos intestinales crónicos.
- Problemas de absorción de los medicamentos .
La acidez del estómago es un elemento capital para la disolución y la solubilización de numerosos medicamentos.
Por otra parte, hay numerosos problemas de salud correlacionados a trastornos de la producción de ácido gástrico. Éste es especialmente el caso de las alergias, del asma y de la litiasis biliar (cálculos).
Dosis diaria: 4 comprimidos
Número de dosis por caja: 30 |
Cantidad por dosis |
Betaína HCl |
2.600 mg |
Proteasa 3.000 HUT – del inglés, Hemoglobine Unit Tyrosine base - unidades de hemoglobina en base de tirosina)/g |
300 mg |
Otros ingredientes: goma arábiga o de acacia, |
Tomar 4 comprimidos al día. Cada comprimido contiene 650 mg de betaína HCl et 75 mg de proteasa (225 HUT – del inglés, Hemoglobine Unit Tyrosine base - unidades de hemoglobina en base de tirosina).
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