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Encontrar un medio de detener el proceso de envejecimiento es un sueño transgeneracional. Este sueño está a punto de convertirse en realidad desde que los científicos australianos y estadounidenses creen haber encontrado un medio, no de pulsar el botón de «pausa», sino de rebobinar el proceso.
El nicotinamida mononucleótido (NMN) es un precursor de la biosíntesis de NAD+ (nicotinamida adenina dinucleótido) y de NADH. Esta nueva sustancia no debe confundirse con otras ya presentes en el mercado, como el nicotinamida ribósido (NR), incluso si tienen algunas propiedades comunes, en concreto en los genes. El NMN es mucho más potente que el NR.
El NAD+ es una coenzima de oxidorreducción presente en todas la células vivas. Se compone de dos nucleótidos unidas por su grupo fosfato. Un nucleótido contiene una adenina, el otro un nicotinamida. Ayuda a las enzimas a transferir los electrones durante las reacciones de oxidorreducción para formar la ATP. Sirve por tanto para proporcionar energía, pero su tasa se reduce a más de la mitad en las células de un organismo anciano. Las mitocondrias producen menos energía y la célula envejece. Afortunadamente, este proceso no es irreversible y los mecanismos energéticos intercelulares se podrán restablecer si se aumentan los niveles de NAD+.
Además, el NAD es un cofactor esencial de las enzimas claves de la longevidad, denominadas sirtuinas, que actúa directamente. Estas sirtuinas son fundamentales para la esperanza de vida, puesto que desactivan determinados genes que conducen el envejecimiento a través del proceso inflamatorio.
Así, el descenso combinado de las sirtuinas 1 y 3, asociada a la del NAD+, puede conllevar unos fenómenos de degeneración cerebral, inflamación vascular, cansancio, pérdida de fuerza muscular, acumulación de grasas en el hígado y el abdomen y resistencia a la insulina con causan directamente el síndrome metabólico.
Todos estos fenómenos pueden por tanto invertirse con la restricción calórica o el aporte complementario de nicotinamida mononucleótido.
El NMN permite prolongar la esperanza de vida, pero es también prometedor en el tratamiento de la diabetes de tipo 2. Esta afección degenerativa está estrechamente ligada al consumo excesivo de calorías y grasas que desbordan a las vías metabólicas adaptativas. Los estudios ya realizados sobre esta sustancia demuestran que el NMN mejora la tolerancia a la glucosa restableciendo las tasas de NAD+ en los ratones. Mejora la sensibilidad a la insulina en el hígado, restaura la expresión de los genes ligados al estrés oxidativo, la respuesta inflamatoria y el ritmo circadiano activando la SIRT1.
Durante un coloquio sobre la biología del envejecimiento organizada por la fundación médica Ellisson, el Sr. Shin-Ichiro Imai demostró que las sirtuinas son necesarias para que la restricción calórica pueda mejorar la actividad de la orexina, una hormona del cerebro que aumenta la sensibilidad de las células a la insulina y previene el aumento de la grasa corporal. Pero las sirtuinas por sí solas no bastan y para que estos procesos beneficiosos se produzcan también debe estar presente el NAD+ celular. Lo que ocurre es que este último disminuye con la edad y una alimentación rica en lípidos.
La buena noticia, anunciada por el Dr. Imai, es que los investigadores constataron que los ratones que recibían NMN experimentaban un aumento de la síntesis de NAD+, lo que sugiere que el NMN podría ser un posible tratamiento para la diabetes de tipo 2.
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El nicotinamida mononucleótido, en una dosis media de 125 mg diarios, es decir, 1 cápsula al día, permitiría por tanto revertir el proceso natural del envejecimiento en ratones y seres humanos. Según el profesor Sinclair, esta sustancia actúa rápidamente y podría ser útil para los jóvenes y las personas sanas.
El NMN ha sido objeto de una experimentación realizada en la Harvard Medical School por el profesor David Sinclair. Se llevó a cabo en ratones y permitió obtener resultados impresionantes que podrían dar lugar a novedosos tratamientos contra el envejecimiento y las enfermedades ligadas a la edad.
El profesor Sinclair y sus colaboraciones inyectaron esta sustancia poco frecuente en ratones de dos años. Tras solo una semana de tratamiento constataron una mejora impresionante en los músculos (reducción de la atrofia muscular), una mejora de la resistencia a la insulina y un descenso de la inflamación que hacía imposible distinguir estos ratones de los animales jóvenes.
El Dr. Nigel Turner, farmacólogo en la Universidad australiana de NSW, afirmó: «Es como si un hombre de 60 años pareciera un hombre de 20 en determinados parámetros». Y el profesor Sinclair añadió: «Si estos resultados se mantiene, el envejecimiento puede ser un estado reversible, si se trata con rapidez».
Las mitocondrias se encuentran en el centro del problema. Cuando estas dejan de comunicarse armoniosamente entre sí y con el núcleo celular, es como si las células estuvieran desprovistas de su batería energética, su núcleo celular se atrofia y el envejecimiento parece ineludible.
Para el profesor David Sinclair: «El proceso de envejecimiento es como en el matrimonio, cuando los esposos son jóvenes, se comunican bien, pero con el paso del tiempo, la comunicación se rompe. Y como en una pareja, la restauración de la comunicación resuelve el problema».
Así, para este investigador, el deterioro del funcionamiento y la comunicación mitocondriales es un fenómeno reversible. Explica que el NAD+ es el pilar central de la comunicación celular. Este disminuye enormemente con la edad y, para evitar su pérdida, hasta la fecha solo se conocía el ejercicio intenso o la restricción calórica.
En su informe publicado en la revista Cell, los investigadores han determinado claramente que la inyección de NMN en el animal se transforma en NAD para reparar los canales de comunicación alterados en un tiempo muy breve, incluso en menos de una semana.
El informe de actividad creado por el profesor Sinclair, que fue el origen de los estudios sobre el resveratrol, reveló que el NMN podía activa los siete genes SIRT implicados en el aumento de la longevidad.
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La nota de este producto es 4.6 sobre 5 estrellas.
Hemos recogido 30 opiniones.
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11 agosto 2024
Me gusta mucho. Hace ya un tiempo considerable que lo tomo tras haber experimentado de forma casual (pues no había sido el motivo por el que lo adquirí) una recuperación absoluta de la funcionalidad prostática (llevaba tiempo afectado por una prostatitis intensa y no acababa de recuperar la normalidad sino todo lo contrario, cada día tenia mas complicaciones urinarias y sexuales. Varón 67 años, actualmente lo tomo solo como mantenimiento ligero.
6 agosto 2024
Misma opinión
18 mayo 2024
Muy buen producto, se notan sus efectos beneficiosos
13 enero 2024
Aumenta mi energía notablemente, después de tomarlo una sola semana ya. Producto genial
21 mayo 2023
Funciona bien. De momento satisfactorio