¿Tienen más futuro los que cenan pronto? Unos investigadores de la Universidad de Pensilvania lo han confirmado recientemente al finalizar una observación clínica
1. Durante 8 semanas, un grupo de voluntarios debía terminar su cena a las 19 horas y después ayunar hasta la mañana siguiente. Durante este tiempo, un segundo grupo tenía que terminar su cena alrededor de las 23 horas. En los dos casos, los voluntarios comían la misma cantidad y dormían las mismas horas, en la misma franja horaria. Al final de la experiencia, los investigadores notaron que la salud de los voluntarios que habían comido tarde por la noche se había visto afectada negativamente. Sus niveles de glucosa en sangre, de colesterol y de insulina eran más elevadas, una situación que siempre precede a la diabetes tipo 2 y a los trastornos cardiovasculares, su peso había aumentado, especialmente debido a una mayor metabolización de las grasas, y sus ciclos de sueño se vieron más perturbados.
A la vista de los avances más recientes de la investigación, eso es todo menos una sorpresa. Varios estudios ya habían mostrado que hacer el esfuerzo de comer más temprano por la noche ayudaba a prevenir efectos crónicos nocivos para la salud. La explicación se debe ciertamente a la influencia de los ritmos biológicos en nuestra asimilación de los nutrientes, así como al efecto nocivo de la digestión en el sueño. Los progresos de la investigación permiten ahora responder más precisamente a estas tres preguntas esenciales:
¿A qué tipo de cena hay que dar preferencia por la noche?
Se sabe que la serotonina, uno de los neurotransmisores del cerebro, regula el adormecimiento y que su fabricación depende de la concentración en sangre de triptófano
2.
Por tanto, hay que dar preferencia a las comidas ricas en glúcidos y con pocas proteínas para favorecer una concentración máxima de triptófano
3 y una concentración mínima de tirosina
4, un aminoácido que sirve para la fabricación de la dopamina.
¿A qué hora ideal hay que cenar?
Las investigaciones más recientes indican que cuanto más pronto mejor
5: para entrar en un sueño profundo, la temperatura corporal debe bajar, y la digestión de las comidas, sobre todo si éstas son demasiado copiosas, eleva por el contrario la termogénesis.
¿Hay productos naturales que pueden ayudar a digerir bien y a favorecer el sueño?
Hay varios suplementos que pueden ayudar a digerir mejor las cenas y a favorecer el sueño. Los suplementos de
L-Tryptophan (L-triptófano) por las razones mencionadas anteriormente
6,7, pero también el lúpulo y el
extracto de raíz de valeriana , ¡capaz de disminuir el tiempo de adormecimiento en casi un cuarto de hora en las personas que padecen de insomnio
8 aumentando a la vez la calidad de los ciclos
9 ! Estos 3 productos forman parte justificadamente de una fórmula muy popular y totalmente natural creada por Supersmart: la
Natural Sleep Formula (Fórmula del Sueño Natural).