Una alternativa no medicamentosa y segura para prolongar la esperanza de vida y silenciar la diabetes de tipo II
Las medicinas china y ayurvédica utilizan gran cantidad de plantas todavía desconocidas para la medicina occidental. Entre ellas, el Berberis vulgaris, también denominada agracejo, cuyas bayas contienen un potente alcaloide vegetal: la berberina. Esta sustancia se encuentra igualmente en otras plantas:
Coptis chinensis, Berberis aquifolium y aristata, Hydrastis canadensis. Se emplea tradicionalmente desde hace más de 2500 años en las medicinas ayurvédicas y china, por sus propiedades inmunoestimulantes, antifúngicas, antibacterianas y su capacidad para aliviar de manera eficaz los problemas intestinales y en especial las diarreas de origen bacteriano, los parásitos intestinales, las infecciones fúngicas -
Candida albicans, levaduras – y probablemente las cepas resistentes de estafilococos dorados.
Pero desde hace una década, los investigadores le prestan un mayor interés por sus espectaculares efectos sobre las enfermedades metabólicas (diabetes de tipo II, estados prediabéticos) y cardiovasculares en constante aumento en las sociedades occidentales, y su papel crucial en la activación de una enzima clave del metabolismo: la AMPK.
Su mecanismo de acción aumenta de forma esencial la activación de la AMPK
La AMPK (
Adenosine Monophosphate activated Protein Kinase) es una enzima ubicuitaria fundamental que desempeña un papel en la homeostasia energética celular. La activación de la AMPK tiene principalmente como efecto:
- la estimulación de la oxidación de los ácidos grasos hepáticos y la cetogénesis,
- la inhibición de la síntesis del colesterol, la lipogénesis (formación de grasas) y la síntesis de los triglicéridos,
- la estimulación de la oxidación de los ácidos grasos en los músculos esqueléticos y la absorción de la glucosa por los músculos y por último
- la modulación de la secreción de insulina por las células beta del páncreas.1
La AMPK se expresa en un determinado número de tejidos, incluido el hígado, el cerebro y los músculos esqueléticos, donde actúa como un « interruptor general del metabolismo » que regula varios sistemas intracelulares, incluida la absorción celular de la glucosa, la betaoxidación de los ácidos grasos y la biogénesis del transportador de glucosa (GLUT-4).
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La AMPK: la enzima celular que favorece la longevidad y reduce el almacenamiento de las grasas
Esta enzima contribuye por tanto a la normalización del metabolismo energético, la regulación de la toma alimentaria y la sensibilidad de los tejidos. Posee así una función clave en determinadas enfermedades metabólicas como la diabetes, la insulinorresistencia, la obesidad o las complicaciones relacionadas con la diabetes.
Con los años, la activación de la AMPK celular disminuye, lo que conlleva una nueva ganancia de peso, puesto que es esta la que determina la composición corporal en grasa, y predispone por tanto a las enfermedades que están relacionadas con ella.
La mayoría de personas de las sociedades occidentales padece en la actualidad un consumo excesivo crónico de calorías, lo que altera funciones vitales como la correcta absorción de la glucosa y las grasas sanguíneas, la acumulación de desechos celulares y una alteración de los genes de la longevidad. Exteriormente, esto se traduce en un aumento de peso indeseado, diabetes de tipo II diagnosticada o no, enfermedades degenerativas y muertes prematuras. Puesto que pocas personas son capaces de obligarse a una restricción calórica, los científicos han identificado afortunadamente esta enzima celular, la AMPK que, cuando se activa, reproduce los efectos beneficiosos observados durante una restricción calórica, incluida la pérdida de grasa corporal excedentaria.
Las investigaciones en profundidad muestran que al incrementar la activación de la AMPK, una gran cantidad de factores de envejecimiento pueden reducirse, lo que permite a las células recuperar su vitalidad juvenil.
En los estudios preclínicos el fortalecimiento de la actividad de la AMPK se asoció a:
- un aumento de entre el 20 y el 30% de la duración de la vida,
- una reducción del almacenamiento de las grasas (las del vientre son especialmente peligrosas),
- un aumento de la sensibilidad a la insulina,
- la reducción del colesterol y los triglicéridos,
- una supresión de la inflamación crónica y
- una mayor activación de la enzima SIRT1 (como hace el resveratrol) y del gen P53 (un gen supresor tumoral).
La berberina, con unas propiedades reconocidas tradicionalmente en el sistema inmunitario e intestinal, parece por tanto también un excelente complemento nutricional antiedad, muy fácil de usar, relativamente barato y perfectamente tolerado. Induce, al igual que la restricción calórica, un mínimo estrés moderado en las células que a largo plazo es más bien favorable. De hecho, cuando una célula sufre un estrés puntual, sintetiza la AMPJ que previene o repara los daños celulares prioritarios, dejando de lado la síntesis de proteínas, lípidos o glúcidos que necesitan mucha energía.
Así, la energía disponible se dedica prioritariamente a los procesos de prevención y reparación celulares en detrimento de otras funciones accesorias que se ponen al ralentí. Este paso al «modo de supervivencia» obliga a las células a retrasar sus funciones no esenciales y a orientar los recursos hacia la protección y la reparación.
La berberina, al activar la AMPK, actuará por tanto en diversos niveles:
- Al aumentar la producción de GLUT4, un transportador de la glucosa, que solo se encuentra en los músculos y las células grasas, y mejorar la sensibilidad a la insulina, facilita el transporte de la glucosa intracelular, lo que permite al organismo emplear mejor la glucosa y la insulina al mismo tiempo y reducir de este modo la glucemia y la hemoglobina glucada (HbA1c),
- Al estimular el metabolismo de los ácidos grasos en las mitocondrias, reduce los niveles sanguíneos de los lípidos circulantes: triglicéridos y colesterol de las LDL.
- Al aumentar la combustión de las grasas, permite una disminución del peso corporal.
- Permite igualmente un aumento de la biogénesis mitocondrial y una mejor evacuación de los residuos del organismo (proteínas no funcionales por ejemplo),
- Al reproducir la restricción calórica, es posible que prolongue la duración de la vida entre un 20 y un 30% (en los animales).
Para los diabéticos: tan eficaz como la Metformina
Todas estas propiedades permiten aproximar la berberina a la molécula de metmorfina, una sustancia ampliamente recetada en la medicina alopática para aumentar la sensibilidad de los receptores de insulina, limitar la producción de glucosa por el hígado (neoglucogénesis) y por tanto se utiliza como antidiabético de primera intención en caso de diabetes de tipo II asociada a sobrepeso.
Los estudios más representativos tratan además sobre la eficacia de la berberina frente a la metmorfina, en los pacientes afectados de diabetes de tipo II
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Durante estos estudios, a los investigadores les ha sorprendido los efectos hipoglucemiantes de la berberina que se consideran muy similares a los de la metmorfina, e incluso superiores.
En un primer estudio, 36 adultos con diabetes de tipo II con un diagnóstico reciente se asignó aleatoriamente a un tratamiento con berberina o metmorfina (500 mg, tres veces al día) durante un ensayo de tres meses). El efecto hipoglucemiante de la berberina fue similar a la de la metmorfina. Se observaron cambios importantes en el grupo de la berberina con una disminución:
- De la hemoglobina glucada (HbA1c) de un 9,5% a un 7,5% (una reducción de cerca del 21%)
- De la glucemia en ayunos de 190,8 a 124,2 mg/dl
- De la glucemia postprandial de 356,4 a 199,8 mg/dl
- De los triglicéridos plasmáticos de 100,5 a 79,2 mg/dl
En el segundo estudio, 48 adultos con diabetes de tipo II mal controlada recibieron un complemento de berberina durante un ensayo de 3 meses:
- La hemoglobina glucada disminuyó de un 8,1% a un 7,3% (una reducción de cerca del 10%).
- Durante los 7 primeros días de tratamiento, la berberina redujo la glucemia en ayunas de 172,8 a 140,4 mg/dl y la glucemia postprandial de 266 a 210,6 mg/dl.
- Durante la segunda semana, las glucemias en ayunas y postprandial disminuyeron todavía más (135 mg/dl para la glucemia en ayunas y 189 mg/dl para la postprandial) y se mantuvieron en adelante en esos niveles.
- La insulina en ayunas se redujo en un 28,1%.
- La resistencia a la insulina se redujo en un 44,7%.
- El colesterol total y el colesterol de las LDL se redujeron de forma significativa.
Además, los investigadores observaron un aumento de los «pro-insulin C-peptides» en ayunas y postprandiales cuando la berberina se utilizaba en asociación con la insulina. Estos péptidos facilitan la combinación y el tratamiento de la insulina en el retículo endoplásmico y su aumento sugiere que el tratamiento con berberina a largo plazo puede mejorar la secreción de insulina por parte de los pacientes.
Imita la acción de la insulina4
La berberina imita la acción de la insulina aumentando la capacidad de absorción de glucosa por parte de los adipocitos 3T3-L1 (células grasas) y los miocitos L6 (células musculares) de manera independiente con respecto a la insulina. La berberina inhibe la actividad de la proteína tirosina fosfatasa 1B (un importante regulador negativo de señalización de la insulina y de la leptina in vivo). Aumenta igualmente la fosforilización en los adipocitos 3T3-L1. En los ratones diabéticos, reduce la hiperglucemia y mejora la tolerancia a la glucosa, pero no aumenta la síntesis ni la liberación de insulina.
Regula la dislipidemias
Otro estudio reciente, realizado con 116 pacientes afectados de diabetes de tipo II y dislipidemia se aleatorizaron para recibir 1 gramo de berberina al día o un placebo durante tres meses .
En el grupo de la berberina:
- La hemoglobina glucada disminuyó de un 7,5% a un 6,6% (una reducción de cerca del 12%).
- La glucemia en ayunas bajo de 7,0 a 5,6 mm/l (de 126 a 100,8 mg/dl)
- La glucemia postprandial disminuyó de 12,0 a 8,9 mm/l (de 216 a 160,2 mg/dl)
- Los triglicéridos disminuyeron de 2,51 a 1,61 mm/l (de 220 a 141 mg/dl)
- El colesterol total disminuyó de 5,31 a 4,35 mm/l (de 205 a 168 mg/dl)
- El colesterol de las LDL disminuyó de 3,23 a 2,55 mm/l (de 124,9 a 98,6 mg/dl)
Combate el sobrepeso y la obesidad reduciendo el tamaño y el número de adipocitos
La obesidad es una importante cauda del síndrome metabólico y se debe a un aumento del número y el tamaño de los adipocitos. Pero si se inhibe la diferenciación y la proliferación de los adipocitos, el síndrome metabólico puede tratarse y prevenirse. Un nuevo estudio
5 examinó los efectos de las preparaciones de plantas tradicionales chinas sobre la diferenciación de los preadipocitos 3T3-L1 en la investigación de un medicamento «antiobesidad».
Entre estas planas, dos de ellas, el
Coptidis rhizome y el
Phellodendri cortex, que contienen berberina, mostraron una inhibición de la diferenciación de los adipocitos.
De hecho, la berberina inhibe el ARNm y la expresión de la proteína del receptor PPRA al igual que el C/EBPα
(necesario para la adipogénesis (creación de células de grasa) y el funcionamiento normal de los adipocitos) e inhibe la acumulación de lípidos en los adipocitos.
Estos resultados sugieren que la berberina podría reducir el tamaño y la cantidad de células grasas y tener de este modo efectos "antiobesidad".
Mejora la memoria
Según un estudio reciente efectuado en ratas, la toma de berberina puede ser eficaz para mejorar la memoria. Las investigaciones efectuadas en la India señalan que la berberina inhibe la actividad de la colestinesterasa y aumenta la liberación de glucagon-like peptide (GLP-1).
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La colinesterasa es la enzima que descompone la acetilcolina, un neurotransmisor crucial para la memoria y la concentración.
Por su parte, el GLP-1 desempeña un papel esencial en la diabetes, así como en la disfunción cognitiva, el aprendizaje y la neuroprotección.
Durante este estudio, se evaluaron la peroxidación lipídica, los niveles de glutatión y la actividad de la colinesterasa en la corteza cerebral y el hipocampo.
30 días después de la inducción de la diabetes, las ratas mostraron un déficit grave de aprendizaje y memoria, asociados a un aumento de la peroxidación lipídica, un descenso del glutatión reducido y una elevación de la actividad de la colinesterasa.
En cambio, las ratas diabéticas tratadas con berberina aumentaron su rendimiento cognitivo, redujeron las hiperglucemias, el estrés oxidativo y la actividad de la colinesterasa, de igual manera que la metmorfina asociada con la vitamina C.
La posología eficaz
Según las investigaciones efectuadas sobre la berberina, la posología media recomendada varía de 100 a 1500 mg al día, repartidos en dos o tres tomas, antes de las tres comidas principales.
Para sentir plenamente sus efectos, es deseable efectuar un tratamiento de tres meses como mínimo, ya que su acción óptima se observa tras dos semanas de toma regular.
Con excepción de que algunos usuarios notaron un ligero estreñimiento temporal al principio del tratamiento o efectos secundarios gastrointestinales transitorios, que podrían estar relacionados con su acción antimicrobiana, la berberina está totalmente desprovista de efectos secundarios.
Por tanto, la berberina se recomienda como complemento nutricional para tomar durante todo el año y combatir:
- el envejecimiento,
- la diabetes de tipo 2,
- los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares (colesterol de las LDL y triglicéridos elevados),
- el sobrepeso abdominal.