Una persona normal tiene flatos (conocidos coloquialmente como pedos) alrededor de 14 veces al día. Los gases intestinales son productos normales de la digestión, que pueden ser problemáticos si son demasiado numerosos, malolientes o si crean hinchazón abdominal. ¿Cómo eliminarlos?
Gases, sensación de hinchazón abdominal, flatos más o menos nauseabundos : todos estos síntomas, molestos, pero no graves, provienen de la digestión. En efecto, el sistema digestivo es una máquina compleja muy eficaz en la que cada engranaje (boca, estómago, intestino delgado y colon) tiene una función específica (1):
Es durante esta última etapa, principalmente, cuando se forman los gases intestinales, ya que, para acabar con esta materia orgánica inadecuada, las bacterias del colon la fermentan. Esta fermentación produce naturalmente gases a veces malolientes: CO2, metano, disulfuro de hidrógeno .
Estos gases de origen bacteriano representan como media un 75 % del volumen de los gases intestinales (2). Elaire absorbido durante la comida constituye el 25% restante: Es laaerofagia (3).
Los gases intestinales, que pueden volverse dolorosos, se producen cuando una cantidad de gas demasiado grande está almacenada en el colon sin poder ser evacuada. Esta acumulación de gas puede producirse por varias razones.
El consumo excesivo de sodas (que no solo contienen gas, sino también azúcares, a veces poco digestibles) y chicle (que favorece la aerofagia) ha sido identificado por los médicos como causa importantes de gases, hinchazón abdominal y flatulencia excesiva.
La postura sentada es también responsable de los gases o la hinchazón abdominal: el trabajo de despacho, donde se permanece sentado durante horas antes de la comida, durante la misma y después, comprimiendo el abdomen, favorece los gases y la hinchazón abdominal.
Las heces, es decir la obstrucción, forma un tapón que impide la evacuación de los gases intestinales, lo que provoca una presión excesiva dolorosa del abdomen.
Algunos alimentos son conocidos por ser muy fermentables, aunque los científicos no hayan logrado todavía identificar precisamente los polisacáridos responsables de este fenómeno (4).
Se trata en particular de las crucíferas (de la familia de la col), lasleguminosas (lentejas, guisantes, guisantes majados, soja, etc.) y la carne roja . El consumo importante de ensaladas puede también favorecer la producción de gas por el colon.
”de un 5 un 10 % de la población está posiblemente afectada por el SII ”, explica el Instituto nacional de investigación agronómica (5).
Ahora bien, este síndrome esconde realidades muy diferentes: proliferación bacteriana del intestino delgado, perturbación de la microbiota intestinal (que no obstante puede alimentarse con las “bacterias buenas” contenidas en los probióticos), aumento de la permeabilidad de la barrera intestinal, infecciones intestinales, sensibilidad al gluten no celíaca, etc. (6)
Este estado de cosas de las causas de la flatulencia es indispensable para poner en marcha buenas estrategias para combatirla. En efecto, conviene identificar las principales causas, luego,aplicar poco a poco medidas hasta encontrar la combinación de remedios que facilitará la evacuación de sus gases intestinales:
Es fácil darse cuenta si se consume frecuentemente y en grandes cantidades alimentos que pueden causar flatulencia, maloliente o no. La primera etapa es por tanto reducir, incluso excluir, poco a poco, los alimentos potencialmente implicados de su dieta : sodas, chicle, carne roja, huevos, coles, leguminosas, lactosa, gluten.
Y hacerlo adaptando esta estrategia a su dieta específica: es evidente que un vegetariano difícilmente puede excluir las leguminosas de su alimentación , ¡a no ser que se opte casi exclusivamente por las algas y la fruta con cáscara como fuentes de proteínas!
Del mismo modo, es inútil tener como objetivo una dieta sin gluten (especialmente restrictiva), sin haber eliminado previamente los principales alimentos responsables de sus flatos.
Finalmente, puede ser interesante hacer más ejercicio y/u optar, en el despacho, por asientos ergonómicos que limitan el hundimiento del cuerpo a lo largo del día.
Las plantas, utilizadas desde hace milenios en la medicina tradicional y en fitoterapia, son buenas aliadas para ayudar a reducir la flatulencia.
Para este fin, los remedios de las abuelas aconsejan muy a menudo tomar infusiones o tisanas de ciertas plantas (por ejemplo, la manzanilla).
La menta piperita, por su parte, es muy conocida por favorecer el buen funcionamiento del tubo digestivo y por ayudar a eliminar las molestias digestivas (7). El fenogreco, por su parte, contribuye asimismo al bienestar digestivo (8).
Para beneficiarse de un excelente aporte de menta piperita y de fenogreco (entre otros compuestos interesantes), usted puede optar por el excelente complemento alimenticio Digestive Enzymes.
El carbón activado o vegetal es un remedio natural reconocido por las autoridades europeas de salud y los médicos para contribuir a reducir el exceso de flatulencia después de las comidas (9).
El carbón activado, ya recomendado por Hipócrates desde la Antigüedad para purificar el agua, procede de la cáscara de la nuez de coco o de ciertas maderas transformadas en carbón, que es a continuación activado para favorecer su porosidad y por tanto su efecto en el intestino. En efecto, una vez llegado al intestino, el carbón activado (también llamado carbón vegetal activado) atrapa, en su superficie, las moléculas de gas o de líquidos que lo rodean: se dice que éste es “adsorbente”. Ahora bien, ¡el carbón vegetal activado puede retener hasta 100 veces su volumen de gases intestinales! Usted puede por ejemplo optar por Charcoal, un excelente complemento de carbón activado.
No obstante, atención: el carbón que se queda en el organismo, al no discriminar, puede también “adsorber” ciertos medicamentos. Por tanto, es importante consultar a un médico antes tomar un complemento de carbón activado, si usted está siguiendo un tratamiento.
Ahora usted dispone de todas las claves para evacuar naturalmente sus gases intestinales.
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